martes, 26 de mayo de 2015

La carga echa a andar al burro.

Una vez trabajando, ya se pasó un año y medio año del año en curso está por ocurrir... En 5 semanas estaremos a 6 meses de cambiar de año. Qué tiene de importancia pensar en el año en que estamos? Cuando era niña, iba a la escuela y llegaba a la casa, hacía la tarea, veía la tele y a veces salía a jugar, los fines de semana eran a cargo de mis padres y así se repetía el ciclo por... muchos años. Llega el ser grande y te topas con que ya pasó un año cuando te propusiste hacer tal cosa, cuando fue la última vez que viste a aquél amigo, et cétera... Y te das cuenta que en tu mente el tiempo pasa más desapercibido, o que la rutina de los días te hace ir así.

Una vez trabajando, ya con carga a cuestas (pagar por cosas, ahorrar para viajes, etc) me he dado cuenta que no es tan complicado, que no hay qué tener miedo a salir del comfort. Es difícil, pero es una realización personal el tomar la responsabilidad de la vida propia y llevarla por los senderos mágicos de la incertidumbre aparente...

Se puede, con organización conservar algunos hábitos moderadamente, porque, al final del día nos los merecemos con mayor razón, y justificadamente nos podemos echar a escuchar música, o desestrezarnos con alguna actividad relajante... puesto que precisamente para eso vivimos, para eso mejoramos, para eso hacemos lo que tenemos la opotunidad.