Desprendida una mañana sin aprender...
me he vuelto a encontrar con mi reflejo atorado en esa pared...
Aquel violín que chilla como un ave,
me dice que él también siente lo mismo.
Entonces trato de avanzar con mis pasos firmes y elevados
no hay nada que pueda vencer este amor que me siente mi alma por mí...
Se acaba el despojo...
Viene la saciedad...
Se fué el Sol y volvió por que lo volví a llamar.
Es eterno el río que algún día se ha de secar?
Sigue siendo río aun cuando agua ya no puede acaudalar?
Respiro, según mi capacidad.
viernes, 5 de febrero de 2010
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